lunes, 12 de abril de 2010

Departamento de Comercio de los Estados Unidos (*)

ADMINISTRACIÓN DE DESARROLLO ECONÓMICO (*)
El Departamento de Comercio de los Estados Unidos ayuda a las empresas y comunidades del país a tener más éxito, tanto dentro como fuera de fronteras, mediante el trabajo de trece oficinas diferentes que dependen del Secretario de Comercio.
El Congreso creó una oficina, la Administración de Desarrollo Económico, ADE, en 1965, bajo el programa Guerra a la Pobreza del presidente Lyndon Johnson. La misión de la ADE es trabajar con los gobiernos estatales y municipales y las organizaciones sin fines de lucro para ayudar a impulsar la actividad económica en comunidades que pasan dificultades.
Mientras que la función básica de la oficina ha permanecido inalterada desde sus comienzos, el apoyo a la ADE ha ido mermando con el paso de los años. El Presidente Reagan pidió la abolición de la ADE durante su primer discurso sobre el estado de la nación. Durante su presidencia la oficina no fue un programa federal oficialmente autorizado, lo que quiere decir que ni el Congreso ni el Poder Ejecutivo dieron los pasos necesarios para aprobar una legislación que autorizara expresamente la continuidad de actividades de la oficina.
Una peculiar característica de la práctica del gobierno federal permite que los programas que puedan asegurar su financiamiento operen aunque no cuenten con autorización oficial. La ADE volvió a ser autorizada en 1998, pero los muchos años de incertidumbre habían cobrado un alto precio. Golpeada por las reducciones de su fuerza laboral, los presupuestos cada vez más reducidos y un futuro incierto, la organización había desarrollado una mentalidad de “cierre del negocio” en la que sobrevivir era lo que más se valoraba.
La llegada del presidente George Bush en el año 2001 significó para la ADE una oportunidad y un desafío. Se reconoció el potencial papel positivo que programas como la ADE podían tener. Se designó a David A. Sampson como subsecretario de comercio para el desarrollo económico. Una de sus primeras acciones fue actualizar y reafirmar la misión de la ADE: “La misión de la ADE es ayudar a nuestros socios en todo el país a crear riqueza y minimizar la pobreza promoviendo un entorno de negocios favorable que atraiga inversiones de capital privado y empleos mediante el desarrollo de capacidades, planeación, subsidios para la investigación de infraestructuras e iniciativas estratégicas de alta calidad”.
El Dr. Sampson también fijó un objetivo agresivo: transformar a la ADE en la primera agencia de desarrollo económico nacional. Para cumplir con su misión y alcanzar el objetivo establecido, la ADE se embarcó en una estrategia global basada en tres pilares de cambio: Establecer una sólida gestión organizacional. Desarrollar indicadores de desempeño basados en los resultados. Mejorar la comunicación con las diferentes partes interesadas.
Mapa estratégico de la ADE: La ADE existe tanto para satisfacer las necesidades de las partes interesadas como de los clientes. Las partes interesadas –Gobierno, Congreso, Departamento de Comercio, los contribuyentes- proporcionan dirección y supervisión al trabajo de la ADE, juegan un papel crítico en su financiamiento y actúan como guardianes del interés público. La ADE daría satisfacción a las partes interesadas convirtiéndose en una agencia eficaz, eficiente y orientada a los resultados.
Los clientes de la ADE son comunidades con dificultades económicas, socios inversores y empresas del sector privado que directa o indirectamente reciben ayuda de la ADE y cosechan los beneficios del crecimiento económico. La ADE debe mejorar a las comunidades que atraviesan dificultades actuando como asesores preparados y preocupados por su desarrollo económico. También tiene que hacer inversiones para promover el crecimiento y mostrar resultados visibles. Estos logros son los que harían avanzar la agenda local de la administración.
La ADE cumplirá con los objetivos de las partes interesadas satisfaciendo las necesidades de sus clientes y alcanzando sus metas financieras. Para atender a sus clientes, la ADE debe proporcionar un proceso transparente y sensible que responda a las necesidades de las entidades a las que atiende. Proporcionando información y ayuda técnica, la ADE colabora con sus socios para crear muchos puestos de trabajo calificados y bien pagados. Se deberán simplificar los procesos administrativos.
Para cumplir con las expectativas, la ADE debe ejecutar tres temas estratégicos: liderazgo de política interna, inversión de alto impacto y excelencia operacional.
Demostrar liderazgo político le permitirá actuar como asesores preparados en desarrollo económico. Para alcanzar la posición de liderazgo, primero deberá fortalecer las capacidades de investigación. Una mejor información consolidará la habilidad de la ADE de tomar decisiones superiores sobre su política de inversiones. Las capacidades de investigación también le darán la credibilidad necesaria para presentar opciones políticas a los más altos niveles de gobierno.
Las inversiones de alto impacto aumentarán la capacidad de loa ADE para desarrollar mayores oportunidades de empleo de calidad. Las capacidades mejoradas de investigación apoyarán los esfuerzos por destacar las prioridades de financiamiento. A su vez, el énfasis puesto en las prioridades de financiamiento le permitirá a la ADE ampliar la corriente de acuerdos invirtiendo con nuevos socios. El foco puesto en la diligencia debida promoverá inversiones iniciales de mayor calidad y facilitará el control posterior de las aprobaciones. El impacto de estos esfuerzos producirá mayores beneficios por cada dólar aportado por los contribuyentes.
Los dos primeros temas tendrán la ayuda de un tercer tema estratégico, la excelencia organizacional. Se refiere a los procesos internos necesarios para que la ADE sea una organización eficiente y efectiva. Primero tiene que alinear los recursos con las prioridades estratégicas asignando las personas adecuadas a las iniciativas que son fundamentales para su estrategia. A continuación deberá mejorar la estrategia de comunicación y estandarizar los procesos para crear valor aportando la comprensión y los medios para alcanzar sus objetivos. Y la ADE maximizará la efectividad organizacional potencializando la tecnología que permita a los procesos clave obtener un alto desempeño.
Por último, nada se podría lograr sin las habilidades, la cultura y la infraestructura necesarias para que los empleados de la ADE cumplan con su trabajo. La ADE ayudará a su personal a mejorar sus habilidades analíticas y desarrollar conocimientos tecnológicos para que puedan realizar sus funciones. Complementará al personal actual atrayendo personas de reconocida trayectoria y experiencia para que ocupen los puestos clave, pero esto solo no bastará: la cultura de la ADE debe fomentar un espíritu que le permita establecer una cultura orientada al desempeño.
El capital de información debe estar vinculado con el capital humano. La ADE establecerá un sistema de información que mantendrá a los empleados conectados entre sí, así como a las partes interesadas y clientes, proporcionándoles la información necesaria para que hagan su trabajo.
Focalizándose en estos elementos que respaldan sus procesos de trabajo interno, la ADE podrá servir mejor a sus clientes, alcanzar sus metas financieras, satisfacer a las partes interesadas y finalmente cumplir su objetivo de “ser el principal promotor del desarrollo nacional en el gobierno federal”.
Resultados de la ADE: Los resultados de la ADE son ya visibles. Ha sido elegida por la Oficina de Gestión y Presupuesto de la Casa Blanca como una agencia gubernamental eficaz y efectiva que alcanza o supera sus metas de crear empleo y fomentar la inversión del sector privado. La Casa Blanca recompensó a la ADE con una mayor solicitud de fondos para el último año fiscal. Lo logrado por la ADE es un hito destacado en sus 38 años de historia.
(*) Robert S. Kaplan y David P. Norton. Mapas estratégicos, pág. 478 y sigtes.
Reproducido para facilitar tareas prácticas de Taller.

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